La discriminación racial es la práctica social del racismo. Dicho modo es la
forma práctica como se institucionaliza culturalmente el racismo. La
discriminación racial es ejercida por todas aquellas personas e instituciones
que se colocan desde la perspectiva del grupo racial dominante blanco y que
defienden sus intereses y la forma en que se organizan las relaciones humanas
entre las personas para perpetuar la supremacía blanca. Una supremacía que
se fundamenta en el poder del hombre blanco, por lo cual la discriminación
racial parte del menosprecio de lo no blanco junto con el de lo no masculino.
La discriminación racial pasa entonces desde las bromas "bien intencionadas"
hasta por las políticas socioeconómicas que colocan a las personas de
determinado grupo racial y étnico en una condición de marginación política y de
pobreza, sin los canales correspondientes para que de manera colectiva
puedan salir de esa condición.
Pero también la discriminación racial es la forma en que se menosprecian y se
subvaloran la organización cultural, social y religiosa de un determinado grupo
racial, como es el caso de los y las afrodescendientes. Ya que su cultura se
mide a partir de la cultura occidental -blanca- que se convierte en el prototipo
de cultura.
Queda evidente entonces que la discriminación racial puede tener
manifestaciones evidentes o solapadas y que de igual manera lo que trata de
sostener es una estructura racista de poder y de relaciones. La discriminación
racial es una realidad social, económica, cultural y política que se manifiesta a
lo largo y ancho del Continente Americano, su erradicación implica un cambio
estructural en el modelo de desarrollo imperante y la cultura predominante.
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